PARTÍDOS POLÍTICOS (I), ¿QUÉ SON?
Todas las sociedades tienen que
enfrentar problemas y darles una solución. Se requieren, por tanto, propuestas o ideas de solución, y un método para elegir entre las propuestas
presentadas.
Los partidos políticos mezclan
estas dos funciones: presentación de propuestas de solución, y elección de
quién toma las decisiones.
Es imposible hacer las dos cosas a
la vez.
En la mayoría de sistemas políticos
actuales, la elección entre las distintas propuestas de solución, la realizan
los que gobiernan.
Cada partido propone una serie de candidatos
que tendrán, si son finalmente elegidos, el poder de tomar las decisiones. En
los estados actuales los ciudadanos no pueden elegir entre propuestas, sino
solo elegir a gobernantes, a personas que tomarán las decisiones en su nombre.
Solo hay cuatro modos de tomar
decisiones en grupo. Uno: una sola
persona o grupo decide entre las alternativas de solución presentes; dos: por decisión de una norma que
establece lo que hay que hacer en cada caso, la ley, los lineamientos, los
reglamentes; tres: mediante el azar,
se toman las distintas propuestas y se elije echando a suertes entre ellas; cuatro: mediante votación de la mayor
parte del grupo posible, por mayorías más o menos cualificadas, y después de un
período de información y debate sobre cada una de las distintas alternativas de
solución, método que llamo “democracia”.
Algunos llaman también democracia a
la elección de las personas, una o varias, que toman las decisiones en nombre
de todos. Para ellos parece ser que votar a los que toman las decisiones, es
suficiente para considerarlo una toma de decisiones democrática. Si hay un rey absoluto
o dictador, pero ese rey es elegido, ya es suficiente para hablar de
democracia.
Discrepo en esta afirmación, pero
es un simple problema de definición de lo que es democracia.
Que un partido político mezcle las
funciones de buscar las soluciones a los problemas, y al mismo tiempo elegir a
los gobernantes que tienen que tomar finalmente las soluciones, causa conflictos
pues, por un lado, las soluciones son para muy diversos problemas, y en segundo
lugar, como votante, solo puedo elegir a un gobernante, con el que, en la
mayoría de los casos no voy a estar de acuerdo en sus propuestas de solución a
cada problema.
No existe una solución que sirva
para todas las dificultades, cada problema requiere una solución diferente y
específica.
Entonces yo puedo opinar que para
un conflicto, lo que propone el partido A me parece adecuado, pero en cambio
que para otro problema la solución aportada por el partido B me parece la
buena, y en otro problema la del partido C. Pero no puedo hacer esa distinción
cuando voto, pues solo voto para que gobierne un partido, que toma todas las
decisiones. Por tanto nunca puedo expresar a través de un solo partido mis
preferencias de soluciones.
Todo estado es un grupo de
personas, asociadas a un territorio, con unas instituciones de gobierno y
administración, con unas leyes o normas de funcionamiento, y una cultura o
costumbres de comportamiento y toma de decisiones.
Los estados, quizá en sus
constituciones, o de otra manera explícita, de tal modo que todos los
ciudadanos sepan cómo funcionan, deben aclarar cuál es el reparto del poder de
decisión: qué decisiones son exclusivas de los individuos, qué soberanía
corresponde a cada institución, qué papel juega la ley como forma de tomar
decisiones, e incluso el papel del azar en la toma de alguna de ellas, si se
estima pertinente y útil, así como el papel de la costumbre y las distintas agrupaciones
culturales y su influencia en el comportamiento de las personas.
Los métodos de tomar decisiones en
grupo, aclarando cómo se dividen las parcelas de poder y dónde se tienen que
aplicar, tienen que ver con el concepto de autonomía, o de reparto de poderes
de decisión, o ámbito de decisión. Hay que aclarar qué decisiones son
competencia exclusiva de cada individuo, qué decisiones son competencia de cada
institución: la familia, las asociaciones en sus diversas formas, qué soberanía
y competencia tienen las instituciones de gobierno y su ámbito de aplicación.
Los partidos políticos no son una
buena institución en su forma actual, para por un lado hacer propuestas de
soluciones, y por otro seleccionar los que simplemente dictan o deciden de
manera absoluta en nombre de todos.
Habría que separar, por un lado, a
instituciones que simplemente se dedicaran a presentar propuestas de solución,
a cada problema específico, defenderlas y argumentarlas, y por otro lado, otra
institución o instituciones que tengan la función de decidir entre las
propuestas presentadas.
Los partidos políticos tienen que ser reformados y reformulados pues ejercen de manera muy deficiente sus funciones.
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