SOBERANÍA, ¿QUÉ ES?
Soberanía es el poder de decisión que está por encima de alguien.
En una sociedad se toman decisiones de acción sobre personas y sobre cosas.
Las decisiones las toman las
personas, a título individual o en grupos.
Las personas toman decisiones sobre
su comportamiento, sobre el de los demás o en relación a cosas.
Por ejemplo, una persona puede
decidir qué hacer, puede decidir sobre otra persona, por ejemplo dar de comer a
un niño o abrigar a un anciano, y pueden tomar decisiones respecto a objetos.
Los grupos en los que se asocian
las personas toman decisiones a través de ellas, son las personas las que hacen
algo, no los grupos. Los grupos necesitan a las personas para actuar, y necesitan
mecanismos de toma de decisiones en conjunto.
La soberanía tiene que ver con la
toma de decisiones sobre otras personas o sobre objetos. La soberanía siempre
implica un sujeto que la ejerce, persona o grupo, un sujeto u objeto al que se
le aplica, y un ámbito de aplicación.
No existe la soberanía absoluta. Alguien
puede ejercer soberanía sobre otro ser, pero este siempre tiene ciertas
decisiones independientes de la soberanía del soberano.
Los individuos no son soberanos
sobre sí mismos.
Soberanía viene de la palabra
latina super omnia, que significa “sobre
todo” o “poder superior”.
Un individuo no puede estar sobre sí mismo. Simplemente un individuo toma
decisiones de acción. Eso no es soberanía. La soberanía implica una decisión
por encima de alguien.
Por ejemplo, una madre toma algunas
decisiones sobre qué hacer ella como individuo, toma también algunas decisiones
sobre su hijo, por ejemplo, cómo alimentarlo o abrigarlo, y el niño también
tiene acciones propias que no están bajo la soberanía de su madre, por ejemplo,
gatear o llorar.
La madre comparte y discute
decisiones con los otros miembros de la familia. Cuando hay conflictos entre
ellos, que no son capaces de acordar y resolver, entonces un poder por encima
de ellos lo resuelve, mediante una decisión. Ese poder es la ley, o una persona
o grupo con capacidad de imponer una solución. Otra forma que tendrían de
resolver un problema sería el echarlo a suertes entre las propuestas de
solución planteadas.
Los individuos tienen conflictos
entre sí por sus relaciones con otros individuos, y si no pueden resolverlos
entonces, evolutivamente, han aparecido métodos de tomar decisiones que ponen
fin al conflicto, tomando una decisión.
El poder superior a la decisión de
los individuos se llama soberano, un poder superior al del individuo, pero
siempre aplicado por alguien concreto, o por un procedimiento, como la ley, y
en un ámbito concreto de comportamiento.
Existen cuatro métodos de tomar
decisiones soberanas: el primer método
consiste en que las decisiones las tome una figura: rey, emperador, soberano,
representante, diputado electo; o también un grupo: gobierno, senado, parlamento;
el segundo método de tomar
decisiones es por azar, echando a suertes la decisión entre las distintas
alternativas de solución; el tercer
método es la democracia, la elección entre los componentes del grupo, por
decisión de la mayoría de votos, entre las alternativas presentes, después de
discutir los pros y contras; y el cuarto
método es la existencia de una ley, costumbre, norma, lineamiento,
reglamento o cultura, que diga lo que hay que hacer en cada caso.
Los cuatro métodos no son
excluyentes, sino lo usual es que convivan en una misma sociedad, sirviendo
incluso para modular el control y los límites prácticos de cada uno de los
métodos.
Por ejemplo en una familia hay
decisiones que toman individualmente cada uno de los miembros, hay otras que se
toman en grupo, a veces de manera democrática, es decir con la opinión, debate
y votación de sus miembros, por ejemplo quizá dónde ir de vacaciones en una
familia donde todos son adultos, otras veces las decisiones las toma una figura
de autoridad, madre, padre, abuelos, hermanos mayores, deciden lo que se comerá
cada día, otras veces toman decisiones según las leyes vigentes, como el momento
del comienzo de ir a la escuela.
La soberanía en la familia no está
en nadie en particular, sino hay que buscar quién la tiene en cada parcela
específica de acción.
La formulación de que la soberanía
de un estado reside en el pueblo es errónea de concepto.
La soberanía requiere definir quién
ejerce el poder de la toma de decisión, el método o tecnología de la toma de
decisiones y el ámbito sobre el que se aplica la soberanía.
Los ciudadanos tienen cierto poder de
decisión y participan junto con otros, o pueden hacerlo, en la toma de
decisiones de ciertos ámbitos o problemas.
El diseño de un estado implica una
definición de los ámbitos de poder o soberanía, los mecanismos y tecnologías de
toma de decisiones, y el ámbito de aplicación de las soberanías.
La habilidad de ese diseño tendrá
consecuencias en la libertad individual, en la sabiduría y eficacia en la
resolución de problemas y en la calidad de vida de los individuos.
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