ESTADO, ¿QUÉ ES? Una teoría del estado
Un estado engloba a los conceptos
de comunidad y sociedad.
Una comunidad es un grupo de
sujetos que comparten alguna característica común, normalmente en el caso de
los estados naciones, el haber nacido o vivir en el mismo lugar.
Un estado es también una sociedad,
pues los ciudadanos están vinculados por relaciones de dar y tomar diferido,
que generan deudas entre ellos, desarrollando lazos que los convierten en
socios.
Para que exista un estado, además de sus cinco
elementos constitutivos, es necesario un elemento relacional con otros estados:
la aceptación y el reconocimiento de su existencia y límites espaciales.
La creación de los estados es un proceso histórico,
normalmente con enfrentamientos violentos, en torno a la delimitación de la
tierra que controla cada estado.
El estado se dota de cierto grado de soberanía sobre
comportamientos de los individuos y los grupos, forzando decisiones y
actuaciones, mediante diversas fórmulas de imposición y control.
El estado no es soberano, sino que ordena una serie de
áreas, donde unas instituciones tienen cierto grado de soberanía, sobre algunas
y tasadas actuaciones de los individuos o los grupos. Normalmente estas áreas
de competencias están recogidas en leyes o costumbres.
La fuerza o dominio del estado le viene de cierto uso
de la violencia, de cierto poder de juzgar, legislar o crear normas de
comportamiento impuestas, y de apropiación de bienes y de trabajo de los
individuos o los grupos.
Todo lo que puede hacer el estado lo hace a través de la
acción de los individuos. La propiedad del estado viene de la apropiación de
bienes y, de la expropiación de bienes de individuos y grupos, y de la
apropiación del trabajo de los individuos. Los impuestos son una apropiación
del trabajo de las personas y empresas.
El funcionamiento de la administración del estado se
financia con trabajo expropiado a las personas. El dinero disponible por el
estado ha sido apropiado o expropiado de alguien.
Excepto en el caso de que el propio estado se convierta en una empresa, que sea capaz de tener ingresos propios, por venta de alguno de sus servicios.
No hay un solo modelo de familia, sino muchos, y muy
diferentes, tanto en los seres vivos en general, como en los seres humanos en
particular. En cambio, podemos decir que la célula básica de la familia, en
todos los casos, es una madre y su bebé.
Por eso considero a la madre y su bebé como una célula
unitaria, durante un tiempo. Luego, poco a poco, esa unión y vinculación va
disminuyendo, permitiendo formas de organización diversas y complejas.
La madre y su bebé pueden encontrar apoyo en un grupo
de mujeres y hombres, más o menos amplio, adoptando muy variadas composiciones
y jerarquías.
En un grupo de sujetos que tienen relaciones sexuales múltiples,
en un principio es muy difícil saber quién es el padre. Su importancia en la
crianza del bebé es secundaria. El apoyo a la madre lo pueden realizar muchas
figuras diversas dentro del grupo: el padre, si se conoce, la madre o abuela de
la mujer u otras mujeres, otros hombres, -quizá con menos experiencia y
sensibilidad en el contacto maternal, cosa que otra mujer es posible que sí
tenga–.
La figura de la mujer es esencial para la comunidad y
la sociedad, pues tiene que ver con el nacimiento de miembros nuevos, el
mantenimiento del grupo, y su número. Tanto un exceso de nacimientos como un
déficit, puede poner en riesgo la continuidad del grupo. Una de las labores del
estado es mantener un número de miembros adecuado para la supervivencia, tanto
grupal como individual. El número de hembras del grupo es mucho más importante
que el número de machos, y de ahí su importancia y su necesidad de control
estatal.
La cultura y las leyes del estado están al servicio de
la supervivencia, regulando el trabajo productivo y la reproducción.
La familia, también la familia ampliada que es la
tribu, es una unidad productiva y superviviente, donde hay que cuidar tanto a
las personas como individuos, como el funcionamiento del grupo como comunidad y
sociedad, para su supervivencia.
Un estado no es más que un grupo mayor, más complejo
que la familia o la tribu, de personas que cuidan de la supervivencia de los
individuos, a través de crear un grupo social capaz de aportar soluciones de
trabajo grupal, que superen las expectativas de supervivencia individual.
Tanto la familia como el estado, como todo grupo, tienen que respetar unas reglas básicas relacionales.
La primera regla es que todos los individuos del grupo
pertenecen a él, y por tanto, tienen que ser tenidos en cuenta.
Cualquier cosa que le pasa a un individuo tiene
consecuencias en todo el grupo. A veces la consecuencia es muy pequeña o
prácticamente nula, pero otras veces lo que le pasa a uno de los elementos
tiene una grave influencia en todo el grupo.
Todos son importantes. Si alguien es excluido todo el
grupo se resiente. Todo el que es, pertenece. Cuanto más grande es el grupo,
más difícil es conocer a todos los componentes, y la influencia entre ellos es
menor.
Que todos sean tenidos en cuenta no significa que se
les tenga que solucionar la vida, ni todos sus problemas. Se trata solo de que
tienen que ser escuchados.
El grupo tiene que administrar su riqueza y energía, y
no son infinitas, y además le vienen –la riqueza y la energía– solo de la
fuerza de cada individuo.
Tiene que estimular la dignidad personal de cada
individuo, esto es, su capacidad de resolver sus problemas. Eso es dignidad. Y
si necesita alguna ayuda, y se le puede prestar, por el grupo, en lo posible,
debe ser a cambio de algo. De esa manera se respeta la dignidad de la persona,
y se cuida el impulso necesario de creación de riqueza y energía, que necesita
el grupo para funcionar, incluso para ayudar.
La segunda regla es un mecanismo emocional de deuda.
Los individuos dan y toman entre sí, intercambian cosas y servicios, ayuda.
Cuando alguien recibe algo, un mecanismo emocional de compensación se pone en
marcha, que impulsa a devolver o compensar lo recibido. Este mecanismo crea y
mantiene la estructura social.
La tercera regla es que los grupos crean, y por tanto
se dotan, de costumbres, pautas de comportamiento, lineamientos, reglas y
leyes, que sirven para regular sus relaciones y acciones, y poner fin a los
conflictos entre sus elementos. Cuando se incumple una norma se paga en forma
de culpa o pena.
Cualquier organización grupal tiene que cuidar estos
tres órdenes. No hay solo una forma de hacerlo, de formar un grupo que respete
estos órdenes. Será el medio, la habilidad, las relaciones con otros grupos y
múltiples circunstancias las que permitan la supervivencia, o no, de cada grupo
y modelo organizativo.
Comentarios
Publicar un comentario